La práctica de yoga es importante para mantener equilibrado el cuerpo y la mente. Y durante el embarazo esta disciplina brinda la oportunidad de vivirlo con intensidad y paz.
Dentro de la rama del yoga se presentan “asanas” o “posturas” diseñadas para cada etapa del embarazo. Fortaleciendo el cuerpo y conectando con él y con el bebé. Además ayudan a soltar tensiones en los músculos y articulaciones y liberar emociones.
Ligado al yoga se encuentra la meditación, cuya práctica se convierte en un instrumento para calmar la mente y convertirla en un instrumento a lo largo del embarazo.
Asimismo, esta actividad suele caracterizarse por tener un bajo impacto, por lo que se puede practicar desde el primer día de embarazo. Siempre y cuando se tengan las características claves y esenciales de cada etapa. Y después de consultarlo con el médico.
En este artículo mencionaremos los principales beneficios del yoga para embarazadas.
Beneficios de practicar yoga en el embarazo
Hay tres partes esenciales a trabajar durante el embarazo, si es que se quiere obtener beneficios realmente útiles de esta práctica. La primera parte se enfoca en estabilizar las articulaciones del hombro, faja abdominal profunda y los músculos estabilizadores de la cadera como el suelo pélvico.
El yoga en las primeras semanas del embarazo
Desde el inicio del embarazo hasta la semana número 16, se puede decir que el cuerpo está en un período de adaptación, que debe tomarse de forma calmada y serena. Por ello los ejercicios de respiración, relajación y movimientos lentos, son adecuados para este período.
La conciencia de la respiración permitirá que la madre aleje la ansiedad que pueda generar esta etapa del embarazo, y todos los cambios que están por venir.
Además sirve para fortalecer la musculatura, trabajando de forma suave y con ejercicios en el suelo. Para así evitar posibles mareos y reducir la posibilidad de caídas.
En este tiempo no conviene realizar movimientos fuertes, ni el saludo al sol. Ya que pueden considerarse riesgosas para la seguridad del bebé que recién se forma.
Yoga en el segundo trimestre de embarazo
Durante la segunda etapa, o el segundo trimestre de embarazo, la mujer ya está más fuerte. En este punto los niveles hormonales se equilibran y la gestación está asentada. Es decir, se convierte en el momento ideal para crear espacio en el tronco. Y también permitir la expansión del útero. Adicionalmente sirve para que madre e hijo respiren en dirección al útero.
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En este punto se fortalecerá el suelo pélvico con asanas o posturas. De igual manera se centrará en el fortalecimiento de los hombros y de la zona alta de la espalda. Relajando a su vez, la tensión en los pectorales, y estirando la columna con posturas apropiadas para ello.
También se podrán fortalecer las piernas, con posturas como la del guerrero y todas sus variantes. Lo que además fomenta la energía y la circulación en la sangre.
Asimismo se va alineando la postura en movimientos como la silla. Y se reforzará la espalda con el triángulo, o la cuadrupedia con posturas como la del saltamontes.
Yoga como preparación para el parto
En este punto la mujer suele sentirse bastante pesada y estar sufriendo diferentes dolencias. Teniendo en cuenta que el objetivo principal es mantenerla cómoda física y mentalmente para el proceso del parto, lo ideal es concentrar la energía en posiciones que le sean agradables.
Para ello, es conveniente realizar movimientos que sean de carácter energético. Alternando con estiramientos ligados a respiraciones profundas y relajación. Además se debe estirar el torso para crear más espacio, trabajando en lo que es la apertura de hombros por el peso del pecho y útero, respiración, suelo pélvico y entonación vocal.
Como puedes ver, el yoga durante el embarazo ayuda a la mujer a prepararse mental, física y espiritualmente para la labor de traer una vida al mundo. Ayudándole a disipar los miedos existentes en cuanto a la labor de parto se refiere. A su vez, guiándole a trabajar con visualizaciones y reforzando la confianza de la mujer en su cuerpo. Además de hacer de este proceso un esfuerzo físico más llevadero.