Seguramente a todos nos ha pasado alguna vez que, durante una ducha, baño de playa o piscina, nos entra agua en el oído. Esta puede ser una de las sensaciones más molestas que podemos experimentar. Porque el agua se queda atrapada en nuestro conducto auditivo y nos deja no solamente sin poder escuchar bien, sino además con una fuerte sensación de incomodidad.
Por suerte, existen diversos trucos sencillos para sacar el agua del oído, que pueden sernos útiles cada vez que nos veamos afectados por esta molesta experiencia; aquí te mostramos los más eficaces.
Tabla de contenidos
- 1 Sacar provecho de la fuerza de gravedad
- 2 Frotar y estirar el lóbulo y la oreja
- 3 Crear un vacío con la palma de la mano
- 4 Bostezar o abrir y cerrar ampliamente la mandíbula
- 5 Masticar por largo rato
- 6 Utilizar la maniobra de Valsalva
- 7 Aplicar con un gotero aceite de oliva, alcohol, vinagre o más agua.
Sacar provecho de la fuerza de gravedad
La forma más sencilla y que muchas veces suele resultar al primer intento es utilizando la atracción gravitacional. Coloca la cabeza de lado, dejando hacia abajo el oído afectado y espera un momento hasta que la fuerza de gravedad haga que el agua caiga hasta el suelo.
Se recomienda que, para que este método sea aún más eficaz, estires un poco el lóbulo de la oreja llena de agua para abrir ligeramente el conducto auditivo y el agua pueda salir más fácilmente.
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Frotar y estirar el lóbulo y la oreja
Un truco muy simple es el de frotar y estirar la oreja con tu mano para que exista un mayor espacio y el agua pueda salir. Este método funciona muy bien, ya que, al frotar y estirar la oreja por un rato, ayudamos a que se relajen los conductos internos del oído afectado, y el agua tenga más probabilidades de salir completamente.
Crear un vacío con la palma de la mano
Otro truco práctico y sencillo para sacar el agua del oído es utilizando la palma de tu mano. Inclina la cabeza hacia un lado, dejando nuevamente el oído afectado hacia abajo y luego tápalo completamente con la palma de tu mano. Comienza a presionar y soltar el oído afectado con la palma de tu mano hasta que el efecto de vacío logre que se destape y el agua pueda salir y caer al suelo.
Bostezar o abrir y cerrar ampliamente la mandíbula
También puedes intentar este otro truco sencillo, que consiste en bostezar o abrir y cerrar ampliamente la mandíbula repetidas veces, para relajar el conducto auditivo y la trompa de Eustaquio y así facilitar la salida del agua del oído. Este es uno de los trucos más sencillos de todos, y el cual puedes aplicar antes de inclinar la cabeza y aprovechar la fuerza de gravedad.
Masticar por largo rato
Sí, así de simple como parece, otra forma en la que puedes lograr que el agua salga de tu oído es solamente masticando repetidas veces. Este truco sencillo funciona perfectamente porque al igual que el método del bostezo, ayuda a relajar el conducto auditivo y la trompa de Eustaquio, lo que hace que el agua pueda salir con facilidad luego de pasar un tiempo masticando. Para este truco te recomendamos utilizar goma de mascar.
Utilizar la maniobra de Valsalva
Este es un método que nos permite igualar las presiones externas del ambiente con la presión interna de nuestro organismo, la ventaja es que también lo podemos aplicar para sacar el agua del oído.
Lo que debemos hacer para utilizar este sencillo truco es respirar profundo, cerrar la boca y taparnos la nariz con los dedos. Luego soplar por la nariz, aunque no muy fuerte, para evitar que nos hagamos daño. El aire no podrá salir por la boca ni por la nariz, así que buscará salir por los oídos. Esa presión de aire ayudará sin lugar a dudas a expulsar el agua de nuestro oído.
Aplicar con un gotero aceite de oliva, alcohol, vinagre o más agua.
Otro truco sencillo para sacar el agua de nuestro oído, es el de usar un gotero y dejar caer un poco de aceite de oliva, una mezcla de alcohol y vinagre o hasta un poco más de agua.
A pesar de lo ilógico que puede parecer, aplicar un poco más de líquido en el oído ayudará a que el agua que tenemos dentro pueda drenarse.
Lo que debes hacer es colocar unas cuantas gotas en el oído afectado y mantener la cabeza inclinada por unos momentos, luego date vuelta y el líquido que hayas aplicado más el agua que querías sacar deberían salir sin mayor problema.
Solo debes ser cuidadoso con este método, ya que no debes aplicarlo si presentas alguna infección en el oído externo o el tímpano perforado.
Estos son algunos de los trucos más sencillos para sacar el agua del oído, asegúrate siempre de utilizar el que mejor se adapte a ti y te cause menos incomodidad.