Si estás buscando iniciar una dieta saludable, sin dejar a un lado las proteínas fundamentales para el rendimiento adecuado del organismo, lo que necesitas es encontrar la forma correcta de integrar carne a la dieta que desees realizar.
Antes de iniciar una dieta, es fundamental establecer metas claras respecto a lo que se planea alcanzar. Especificar los objetivos es muy importante, ya sea bajar de peso, subir o simplemente iniciar con una alimentación saludable.
Resulta más sencillo escoger el tipo de dieta que va de acuerdo a la meta planteada, así mismo, escoger los alimentos que deben ser consumidos y aquellos que deben evitarse bajo cualquier circunstancia, para iniciar considera con atención:
- Evaluar las metas que se planean alcanzar
- Evaluar las necesidades, ventajas y deficiencias dentro del organismo del individuo.
¿Qué es una dieta saludable?
Si tu meta es iniciar el hábito de una alimentación saludable, es importante tener el conocimiento preciso respecto a lo que una dieta saludable debe contener.
Es posible consumir cualquier tipo de alimentos dentro de una dieta, mientras que estos se encuentren balanceados adecuadamente y de esta forma crear un hábito alimenticio, basado en consumir proporciones correctas de cada alimento.
Una dieta bien proporcionada, debe contener: Aceites, azúcares, carnes, cereales, frutas, hortalizas, huevos, lácteos y pescados. Estos elementos pueden distribuirse y combinarse de muchas formas, balanceando y moderando las cantidades de acuerdo al gusto de cada persona.
¿Cómo integrar la carne a mi dieta?
La carne puede encontrarse en diferentes presentaciones, es posible consumir carnes blancas y rojas, pescados y mariscos, estas sirven al organismo como una de las mayores fuentes de proteínas, gracias a esto el cuerpo recibe diferentes tipos de ácidos grasos, vitaminas y minerales.
Algunos tips para integrar la carne a una dieta saludable de forma correcta, son:
- Establecer un límite por plato, de la cantidad de carne que se consumirá.
- Acompañar las carnes, con suficientes vegetales.
- Reemplazar la cantidad de carne que se dejará de consumir con otros alimentos, como hortalizas.
- Prueba añadir frutas a tus recetas con carne.
- Evitar reducir de forma drástica, la cantidad de alimento que estás acostumbrado a consumir.
- Evitar comer carne preparada en la parrilla.
- Cumplir con la frecuencia de consumo de cada tipo de carne.
- Si deseas consumir carnes blancas, como el pollo, es recomendable no hacerlo más de 4 veces por semana
- En el caso de las carnes rojas, como el ternero, se establece un máximo de 2 veces por semana.
- En cuanto a los pescados, se recomienda consumirlos un máximo de 4 veces por semana, mientras que los mariscos, pueden ser consumidos por lo menos 5-6 veces por semana.
- Escoger la carne, con menos cantidad de grasa, por ejemplo, el lomo.
- Sumergir la carne en zumo de limón antes de prepararla.
- Preparar la carne preferiblemente al horno, a la plancha o guisada.
- En caso de freír la carne, es necesario limitar la cantidad de aceite a utilizar.
- Al momento de cocinar la carne, debe prepararse a fuego bajo.
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El consumo excesivo de carnes, puede resultar nocivo para la salud, es importante apegarse correctamente a las recomendaciones alimenticias, que establecen una cantidad específica por semana, de esta forma aseguramos que nuestro organismo reciba la cantidad apropiada de proteínas para un funcionamiento ideal del cuerpo.