Cuando entrenas tu cuerpo necesitas un tiempo de descanso para poder recuperarte y rendir mejor. De igual forma ocurre con tu cerebro.
Aunque no es un músculo, el cerebro tiene sus limitaciones. Es decir, que no puede trabajar durante las 24 horas y los 7 días de la semana al máximo sin parar.
Es por ello que, la recuperación activa es fundamental y, la mejor forma de hacerlo es mediante el uso de técnicas. De esta manera, le daremos una dosis de energía a nuestro cerebro y hasta podría aumentar la capacidad intelectual.
Así que, intenta probar con los siguientes métodos.
Tabla de contenidos
Aprende algo nuevo
El cerebro es capaz de responder bien a las novedades. Por lo tanto, si realizas una actividad diferente, te mantendrá alerta e intentará incluir nuevos desafíos.
Puedes intentar cantar, bailar, tocar la guitarra o quizás lo que te apasiona es aprender otro idioma.
En otras palabras, una nueva experiencia le regala al cerebro una recarga de alegría, energía y atención cuando te genera placer.
Toma siestas
Dormir por periodos cortos le permite a tu cerebro un descanso preciso. Al mismo tiempo, puede mejorar su capacidad para mantenerse alerta.
Por ende, si te tomas unos 5 o 10 minutos para una dosis de descanso, tu energía se restaurará.
Un sueño reparador durante la noche es muy importante. Por lo tanto, si no descansas bien, tendrás menos posibilidades de retener nueva información al día siguiente, según dicen las investigaciones.
Disfruta de la naturaleza
A veces debemos suprimir todas aquellas distracciones que nos rodean para concentrarnos y recuperar la tranquilidad. Al igual que le permitimos al cerebro una atención que compensa el agotamiento.
Pues al entrar en contacto con la naturaleza te dejas llevar por los sentidos y tu cerebro puede percibir sonidos que resultan relajantes y estimulantes.
Así que, hacer senderismo, caminatas o simplemente dar un paseo de 5 minutos puede ayudarte a descansar y restaurar tu cerebro.
Cambia a modo desactivado
Tu corteza prefrontal es la que se encarga de las funciones cognitivas asociadas con el trabajo. Al igual que, de la coordinación de pensamientos, atención y concentración. Y esta se encuentra en modo activo gran parte del tiempo.
Sin embargo, si le obsequias de vez en cuando breves períodos de no hacer nada, de no concentración, ayudas a la recuperación activa del cerebro.
Por ejemplo, puedes imaginar un paseo, un baño o caminar por la playa. Algo que no requiera la intervención de la corteza prefrontal.
Desconéctate del trabajo
Si tu jornada laboral ha concluido, pero te quedaron pendientes, lo mejor que puedes hacer es desligarse de ello hasta el próximo día.
En pocas palabras, debes disfrutar de tu tiempo libre. ¿Cómo? Creando una distancia cognitiva para que tu cerebro obtenga el impulso de energía necesario.
Tales como, hacer actividades de disfrute o tener pensamientos relajantes. Lo más importante es que te alejes de aquello que te exija un alto nivel cognitivo.
Por último, tener hábitos saludables también ayuda a la recuperación activa del cerebro. Tales como, hacer ejercicio de forma regular o mantener una alimentación sana y equilibrada. Así como lo señala un estudio publicado en 2007.
Recuerda que, con estas técnicas de recuperación activa, tu cerebro rendirá mucho más.