Los ritmos circadianos forman parte de uno de los cuatro ritmos biológicos del cuerpo.
Se pueden definir como aquellos cambios mentales, físicos y de conducta que alcanzan un ciclo de 24 horas y se ejecutan en segundo plano.
De modo que, este proceso es natural y se encarga de regular algunas funciones y procesos esenciales de nuestro organismo.
En este sentido, se puede decir que, uno de los ejemplos de ritmos circadianos de mayor popularidad y relevancia es el ciclo sueño-vigilia.
Pero, si quieres descubrir más acerca de este reloj, sigue leyendo.
Tabla de contenidos
¿Qué es el ciclo sueño-vigilia?
A lo que se refiere, este ciclo, es al tiempo en el que estamos despiertos y dormidos cada 24 horas.
Del mismo modo, está fraccionado en 2 partes para asegurar el sueño por la noche y ayudarte a mantenerte despierto durante el día. Lo que se traduce en 8 horas de sueño y 16 de vigilia.
Por otro lado, para que este ciclo sea saludable, el ritmo circadiano del cuerpo y la presión homeostática del sueño, deben estar sincronizados. De lo contrario, puede crear problemas significativos para dormir, incluyendo el insomnio.
También te puede interesar: ¿Hay una correlación entre el estrés y el rendimiento?
Tipos de trastornos del ritmo circadiano del sueño-vigilia
Existen varias alteraciones que pueden ocurrir en el ritmo circadiano, interrumpiendo así el periodo de sueño-vigilia.
Trastorno retrasado
Quienes lo padecen, suelen retardar su ciclo por al menos dos horas.
Un ejemplo de ello, es cuando está el deseo de dormirse a media noche, pero la persona no puede, sino hasta pasadas las 2 a.m. Después, al siguiente día, se despierta más tarde.
Es por ello que, a menudo, se relaciona con los “noctámbulos”.
Trastorno avanzado
En este caso, ocurre justo lo contrario al anterior. Pues las personas se duermen muy temprano por la noche y se levantan mucho antes de lo que quisieran.
De hecho, si quieren despertarse más tarde durante la noche o dormirse luego por la mañana, no pueden hacerlo.
Trastorno del trabajo por turnos
Por lo general, es típico de personas que tienen una ocupación laboral con horarios rotativos.
Esto debido a que trabajar por turnos requiere de cumplir con obligaciones toda la noche y dormir en el transcurso del día.
Por ende, el horario de sueño-vigilia sufre un cambio que causa interrupciones en el ritmo circadiano natural del cuerpo.
Trastorno irregular
En este caso, las personas no tienen un patrón regular de sueño y vigilia. Es decir, suelen dormir durante múltiples períodos breves a lo largo de las 24 horas del día.
Por consiguiente, en ocasiones se vincula con aquellas condiciones que afectan el cerebro.
Trastorno de jet lag
Aquí el reloj interno se altera debido a que la persona pasa por distintas zonas horarias en un lapso muy breve. Por ello su nombre se conecta con aquellos que tienen vuelos intercontinentales.
En consecuencia, tienden a tener problemas para dormir hasta que el ritmo circadiano pueda alinearse con la nueva ubicación.
Trastorno que no es de 24 horas
Esta afección sucede cuando el ritmo circadiano no se ajusta al día de 24 horas. Por el contrario, es un poco más largo.
En otras palabras, las horas de sueño-vigilia cambian de forma constante hacia atrás y puede ser por minutos u horas a la vez.
Para finalizar, los ritmos circadianos juegan un papel integrador en lo mental, físico y de comportamiento, respondiendo a la luz y la oscuridad.
Por tanto, algunos de los tratamientos incluyen medicamentos, terapia de luz brillante y terapia conductual.