En los últimos años, especialmente después de la pandemia, el concepto de resiliencia se hace cada vez más común. Tanto a nivel social o empresarial, como individual, este término ha cobrado mucha importancia.
Sin embargo, todavía algunas personas no conocen a qué se refiere este concepto ni cuáles son los tipos de resiliencia. Es por esta razón que en este artículo se hará referencia a qué es y cuáles son los cuatro tipos de resiliencia.
Tabla de contenidos
Significado de Resiliencia
Esta palabra proviene del latín y significa “rebotar” o “saltar hacia atrás”. Adaptándose a nuestro idioma, se hace referencia a comenzar de nuevo, luego de experimentar un trauma o tragedia que afecta nuestra existencia de gran manera.
La pérdida de un ser querido, un desastre natural, estar en bancarrota o una pandemia, son algunos ejemplos de acontecimientos que pueden afectar de forma negativa la vida de las personas. La capacidad de superar esos traumas y pensar asertivamente es lo que se conoce como Resiliencia.
Las situaciones difíciles forman parte de la vida. Es por ello que el individuo debe tener la capacidad de saltar hacia atrás en los períodos de dolor y pérdida, y hacer frente a ellos. Superar los obstáculos sin ceder ante la presión, ni sucumbir independientemente de la problemática, es lo que hace resiliente a una persona.
4 tipos de Resiliencia que debes conocer
Existen factores biológicos, sociales, psicológicos y culturales que influyen en la respuesta de las personas ante los traumas que se les puedan presentar.
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En medio de las situaciones y de los factores que, mencionados es posible distinguir cuatro tipos de resiliencia que, aunque comparten características similares, se pueden manejar de manera individual. Estos son:
Resiliencia Psicológica
La psicología ha estudiado la resiliencia por más de 30 años. Esta capacidad de las personas tiene que ver con la fortaleza que puedan tener mentalmente para volver atrás, luego de pasar por momentos traumáticos y fortalecerse ante ellos.
Los expertos suponen que la Resiliencia Psicológica se va afinando con el tiempo. Es por ello que los adultos mayores están más capacitados para enfrentar situaciones de crisis que los más jóvenes.
En ese sentido, los seres humanos poseen la habilidad de superar las adversidades y retomar sus vidas e incluso estar más fortalecidos en este nuevo comienzo.
Resiliencia emocional
Este tipo de resiliencia puede ser cultivado ya que depende de las emociones, la ira, el odio o la tristeza, sabiendo manejar estas emociones se pueden enfrentar situaciones traumáticas y manejarlas en otro nivel y salir bien parados de ellas.
Conectar, comprender y organizar las emociones, así como los sentimientos preparan a la persona ante tragedias y traumas. Sin embargo esta preparación viene desde la niñez y tiene que ver mucho con el entorno familiar y social de la persona.
Los expertos indican que afinar y cultivar la resiliencia emocional puede ser una herramienta muy útil en la rutina diaria y no solo en situaciones de estrés o traumas.
Resiliencia física
Siendo uno de los tipos de resiliencia que aún es desconocido en las últimas décadas. Gracias a las nuevas tecnologías ha despertado el interés de muchos estudiosos de la materia, ya que es un complemento de los otros tipos de resiliencia.
El cuerpo necesita estar preparado para resistir y adaptarse a posibles traumas, accidentes y/o enfermedades. Por lo que además de tener una buena resiliencia emocional y también se debe fomentar la resiliencia física.
El dicho de mente sana, cuerpo sano está muy bien acuñado. Realizar ejercicios o cualquier actividad física que reduzca el estrés y mantenga oxigenado el cerebro minimiza el cansancio y la fatiga.
Resiliencia comunitaria
Cuando las tragedias o desastres afectan no solo a un individuo sino a toda una colectividad, se pone a prueba la resiliencia comunitaria. Esta tiene que ver cómo se adaptan los habitantes a los cambios obligatorios y los procesos de adaptación de cada uno de ellos.
Este tipo de resiliencia se centra en la capacidad del entorno social y de las instituciones gubernamentales, de afrontar las adversidades. Agruparse y organizarse para volver al status quo, mejorando su funcionamiento y que su estructura e identidad sea más fuerte que antes.
Como podemos ver, la resiliencia bien sea de manera individual o colectiva debe ser fomentada y cultivada, tanto en los momentos de calma como en situaciones de crisis. Esto con el fin de tener la capacidad de enfrentar los obstáculos o momentos críticos de la vida.