La mucosa cervical es un tejido blando y húmedo que recubre el canal cervical en las mujeres. Está situado en la parte inferior del útero y forma parte del sistema reproductivo femenino.
Asimismo, ayuda a controlar y mantener el equilibrio hormonal necesario para el correcto desarrollo del embrión. Está compuesta por células secretoras que producen una sustancia espesa y pegajosa llamada moco cervical.
Esta sustancia se libera durante el ciclo menstrual para ayudar a proteger el útero de la entrada de bacterias y otros patógenos. La mucosa cervical cambia de textura y apariencia durante el ciclo menstrual.
Además, es importante para la fertilidad y la detección temprana de ciertas enfermedades, como el cáncer cervical.
Tabla de contenidos
Anatomía de la mucosa cervical
La mucosa cervical es la capa interna del cuello del útero. Está compuesta por un epitelio plano y estratificado y una capa de tejido conectivo.
El tejido glandular presente en la mucosa cervical produce moco, que ayuda a proteger y lubricar el cuello uterino. La textura y cantidad de moco cambian durante el ciclo menstrual y son utilizados como indicadores de fertilidad.
Asimismo, está compuesta por tres capas principales: La capa superficial está formada por una sola capa de células delgadas, cilíndricas y cónicas, llamadas células de pavimento.
Estas células producen una sustancia pegajosa llamada moco cervical que ayuda a sellar el cuello uterino y protege a la mucosa de las infecciones. La capa intermedia está formada por células cilíndricas, cónicas y glandulares.
Estas células producen un líquido pegajoso llamado moco cervical que contiene inmunoglobulinas, lípidos y enzimas que ayudan a proteger al cuello uterino de infecciones.
Finalmente, la capa profunda está formada por una capa de tejido conectivo denso y elástico. Esta proporciona una base sólida para la mucosa cervical y ayuda a sostener la forma del cuello uterino.
También contiene una red de vasos sanguíneos y linfáticos que transportan nutrientes y oxígeno.
¿Para qué sirve la mucosa cervical?
La mucosa cervical es una capa importante del cuello del útero que cumple varias funciones esenciales para la salud reproductiva de una mujer.
Protege contra infecciones
En primer lugar, la mucosa cervical actúa como una barrera protectora contra infecciones y patógenos.
El moco producido por las glándulas ayuda a mantener un ambiente ácido en el canal cervical, que es hostil para bacterias y virus. Esto reduce el riesgo de infecciones del tracto reproductivo.
Ayuda en la fertilidad
La mucosa cervical cumple un papel importante en la fertilidad. Durante la ovulación, la cantidad y textura del moco cervical cambia para favorecer la entrada y supervivencia de los espermatozoides.
El moco se vuelve más elástico y acuoso, lo que facilita el desplazamiento de los espermatozoides hacia el óvulo.
Es clave durante el embarazo
También juega un papel importante durante el embarazo. Durante el primer trimestre, la mucosa cervical se engrosa para proteger al feto y mantener el canal cervical cerrado. Esto ayuda a prevenir infecciones y parto prematuro.
En resumen, la mucosa cervical es una parte fundamental del cuello uterino que cumple múltiples funciones importantes para la salud reproductiva de una mujer. Protege contra infecciones, facilita la fertilidad y ayuda a mantener un embarazo saludable.
Cambios normales de la mucosa cervical durante el ciclo menstrual
Como se ha mencionado, durante el ciclo menstrual, la mucosa cervical sufre cambios normales y regulares. Estos se producen debido a alteraciones hormonales que ocurren en el cuerpo a medida que una mujer se prepara para la ovulación.
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Durante la primera mitad de la fase folicular del ciclo menstrual, la mucosa cervical se vuelve más húmeda y aumenta su producción de moco. Lo que hace que la mucosa cervical sea más suave, flexible y húmeda.
En la segunda mitad de la fase folicular, los niveles de estrógeno comienzan a disminuir y los de progesterona comienzan a aumentar. Esto hace que la mucosa cervical se vuelva más pegajosa y espesa, lo que la ayuda a transportar los espermatozoides hasta el útero.
Ahora bien, durante la fase lútea, los niveles de progesterona son altos, lo que hace que la mucosa cervical sea aún más pegajosa y espesa. Esto ayuda a los espermatozoides a nadar hacia el útero para fertilizar un óvulo.
Durante la fase post-ovulatoria, la mucosa cervical se vuelve más seca y dura. Esto ayuda a prevenir la entrada de microorganismos en el útero. Al final del ciclo menstrual, los niveles hormonales vuelven a sus niveles normales y la mucosa cervical se vuelve de nuevo húmeda y flexible.