La migraña es una condición muy común y casi todas las personas hemos llegado a experimentarla en diversas ocasiones a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, lo mejor es no tener que atravesarla y para ello es necesario prevenirla.
Si quieres conocer qué es una migraña, cuáles son los síntomas que produce, sus causas y las medidas que debes tomar para evitarla, sigue leyendo porque en este articulo te lo contamos.
Migraña: ¿Qué es?
Es un tipo de dolor de cabeza caracterizado por un dolor pulsátil intenso o sensación pulsante generalmente en uno o ambos lados de la cabeza. Un ataque de migraña puede llegar a durar horas o incluso días, y el dolor puede llegar a ser tan intenso que interfiere con la rutina diaria de una persona. Puede llegar a ser debilitante y en ocasiones, convertirse en un padecimiento crónico.
En cuanto a la frecuencia con la que puede ocurrir una migraña, esta variará en función de la persona, ya que en algunas pueden aparecer rara vez durante un mes y en otras, repetidas veces al mes.
Síntomas
Durante la migraña es posible experimentar alguno o varios de los siguientes síntomas:
Dolor de cabeza: agudo, intenso y pulsátil, que inicia de forma leve y gradual y empeora conforme el paso de las horas, interfiriendo con las actividades diarias de la persona que lo padece.
Baja tolerancia: a la luz, los sonidos, los movimientos, ya que estos pueden incrementar la intensidad del dolor.
Sensación pulsátil: o palpitante en la cabeza. En ocasiones de magnitud violenta.
Dolor localizado: en general es peor en un lado de la cabeza, puede ser detrás de un ojo o en la parte posterior de la cabeza. En algunos casos se puede expandir por todo el cráneo.
Otros síntomas que se pueden presentar con un ataque de migraña pueden ser: nauseas y vómitos, fatiga, pérdida de apetito, dolor de cuello, agotamiento, etc. El movimiento repentino de la cabeza podría restablecer el dolor de nuevo.
Causas
En general, la migraña puede ser causada por múltiples factores que inciden en la actividad cerebral normal. Sin embargo, hay diversas opiniones con respecto a como se desencadena o se produce el proceso que la genera. Muchos expertos sostienen que el padecimiento inicia en el cerebro y abarca numerosas vías nerviosas y procesos químicos, produciendo cambios capaces de afectar el flujo de sangre en el cerebro y en los tejidos que lo circundan. Además, la genética y el entorno parecen tener un papel importante en los ataques de migraña.
Una migraña se puede desencadenar por:
Abstinencia de sustancias como la cafeína.
Alteraciones a nivel hormonal (sobre todo en el caso de las mujeres como consecuencia del ciclo menstrual)
Cambios en el patrón de sueño.
Consumo de sustancias alcohólicas.
Elevación de los niveles de estrés físico.
Sobre estimulo sensorial (Sonidos muy fuertes, luces demasiado brillantes, olores y perfumes).
Cambios climáticos o de presión barométrica.
No comer suficiente.
Deshidratación.
Medicamentos como los anticonceptivos o vasodilatadores, pueden empeorar las migrañas.
Consumo de determinados alimentos como quesos y chocolates.
Cómo evitarla
A pesar de que una migraña es fácilmente tratable con medicamentos, lo mejor es evitarlas y el primer paso para hacerlo es entender los factores desencadenantes anteriormente abordados de manera que podamos determinar qué acciones adoptar para evitar los ataques de migraña.
Implementar ciertos cambios de estilo de vida puede hacer la diferencia, como por ejemplo:
Desarrollar buenos hábitos de sueño, como dormir las horas suficientes y establecer un horario para ir a la cama.
Mejorar los hábitos alimenticios. Evitar saltarse comidas y comer a deshoras. Evita los alimentos que producen la migraña.
Mantener el estrés a raya. Aunque existan situaciones que escapen de nuestro control, tener en cuenta que el estrés no te ayudará a solucionar nada, en cambio, puede convertirse en un poderoso desencadenante de un ataque de migraña.
Mantener el cuerpo hidratado. Ingiriendo una cantidad suficiente de agua al día.
Evitar las bebidas alcohólicas o que contengas cafeína.
Desenvolverte en un entorno tranquilo. Toma descansos oportunos y reduce al mínimo las distracciones.
Por otro lado, algunos medicamentos también pueden ayudarte a prevenir un ataque de migraña, como por ejemplo:
Betabloqueantes.
Anticonvulsivos.
Anticuerpos monoclonales.
Bloqueantes de los canales de calcio.
Medicamentos usados para problemas de presión arterial alta.
Antidepresivos tricíclicos.
Además se puede prevenir la migraña con prácticas de relajación como el yoga y estiramientos, los cuales mejoran el flujo sanguíneo y disminuyen tensiones musculares.
También será de ayuda el consumo de magnesio, cuya deficiencia también puede llegar a causar migraña, y de vitaminas como el complejo B, la cual tiende a tener un alto impacto en el grado de frecuencia e intensidad de los ataques de migraña.
Es de importancia mencionar, que se debe consultar con un médico especialista para determinar qué acciones será mejor tomar, sobre todo si las migrañas son crónicas y se considera el uso de algún medicamento.