El clima de montaña puede marcar una gran diferencia al entrenar. No es lo mismo entrenar en una ciudad atestada de ruido, edificios y esmog que hacerlo en un lugar rodeado de árboles, con aire limpio y fresco y con los sonidos de la naturaleza. Además, para quienes están cuidando su corazón el entrenamiento en la montaña y sus beneficios en el corazón puede ser una mejor alternativa a entrenar entre cuatro paredes.
Beneficios de entrenar en la montaña para el corazón
Sin duda alguna, el entrenamiento en la montaña y sus beneficios en el corazón es clave para un entrenamiento sano. Estos son sus principales beneficios:
Es más relajante
A diferencia de entrenar en una ciudad donde reina el bullicio de los autos, la contaminación. En la montaña se siente una sensación de relajación y libertad proporcionado por el aire puro, el canto de los pájaros. Es perfecto para olvidar los problemas de la cotidianidad.
Las actividades como el senderismo o el ciclismo en la montaña son ideales para oxigenar el organismo.
Ayuda a la oxigenación del cuerpo
Respirar el aire puro de la montaña ayuda a limpiar el organismo. Además de contribuir al buen bombeo de la sangre, oxigena los pulmones y el cerebro.
Ayuda a reducir la tensión alta
El entrenamiento en la montaña y sus beneficios en el corazón también contribuye a la disminución de la tensión alta. El ambiente de montaña ayuda a nivelar la presión arterial, lo cual previene los infartos.
Reduce el estrés
El ambiente de montaña ayuda a relajarse y a liberar hormonas del bienestar como la dopamina, lo cual contribuye a disminuir el estrés y, en consecuencia, previene las afecciones cardiovasculares. También contribuye a disminuir el colesterol LDL (colesterol malo).
Aspectos a tener en cuenta antes de entrenar en la montaña
Al optar por el entrenamiento en la montaña y sus beneficios para el corazón debes tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- Si padeces insuficiencia cardíaca o algún trastorno asociado a la hipercoagulación, no es recomendable esta opción, ya que a más glóbulos rojos, mayor es el riesgo de espesamiento sanguíneo.
- En los climas muy fríos hay menor grado de sensación térmica y además, el frío causa vasoconstricción. Si bien no es una contraindicación, es importante contar con un buen abrigo.
- Otro riesgo muy común es el mal de altura, el cual se produce a los 3000 m sobre el nivel del mar, aunque también puede aparecer alrededor de los 2500 m. Para las personas cardíacas es más recomendable descender apenas presente los primeros síntomas.
- Mientras más calor hace, más deberá trabajar el corazón, ya que requiere bombear más sangre para el mismo nivel de intensidad. También recuerda que a mayor altura, mayor exposición a los rayos solares. Por ello es infaltable un buen protector solar para la piel.
- Usa una vestimenta cómoda que incluya ropa de algodón gruesa, zapatos para senderismo y, por supuesto, el abrigo para el frío.