Los pacientes EPOC son aquellos que sufren una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica. Estas son patologías que dificultan la respiración y que generalmente empeoran con el tiempo. En las personas que padecen EPOC circula menos aire dentro y fuera de sus vías respiratorias.
Las causas de estas enfermedades pueden ser varias: paredes de las vías aéreas inflamadas, vías respiratorias y los alvéolos pulmonares menos elásticos. Otro de los factores puede ser la obstrucción de las vías respiratorias por el aumento en la producción de mucosidad.
Por esta razón, un paciente EPOC puede presentar distintas capacidades al respirar. Llegando incluso a sufrir la falta de aliento al realizar ejercicios moderados. Mientras que otros necesitan oxígeno tan sólo para lograr caminar.
Sin embargo, existen algunas recomendaciones para las personas que sufren EPOC, que pueden ayudarlos a mejorar la respiración.
Ejercicios recomendados en la rehabilitación pulmonar
El objetivo principal de estos ejercicios es terapéutico, por lo que se recomienda aplicarlos desde la fase inicial de la enfermedad. Permiten disminuir la sensación de ahogo, mejoran el estado de ánimo. Incluso, con estos ejercicios los pacientes EPOC logran desarrollarse de manera más fácil.
Cada paciente EPOC puede presentar condiciones médicas diferentes. Por lo que es recomendable que se consulte con el médico tratante que ejercicios pueden realizar. Sin embargo, seguidamente te dejamos una rutina que combina fuerza, equilibrio y resistencia y que los pacientes EPOC pueden realizar desde casa:
Camina sin moverte del sitio
Manteniendo las rodillas bajas y dando pequeños pasos, manteniendo un ritmo de paso lento sin desplazarse de donde está. Puede usar el respaldo de una silla como apoyo. Inicie con un tiempo de 30 segundos, si se siente cómodo aumente el tiempo hasta llegar a 40 o 60 segundos.
Elevación de brazos
De pie con los brazos a los lados, eleve el brazo derecho a la altura de los hombros y bájalo suavemente. Repita el movimiento con el brazo izquierdo. Empiece con 3 elevaciones por cada lado, hasta llegar a 7 repeticiones.
Marchar sin desplazamiento
Manteniendo un ritmo de marcha constante no avance de su sitio inicial. Realice movimientos con los brazos mientras marcha. Arranque con 10 pasos, hasta llegar a 20 con mayor velocidad.
También te puede interesar: El Síndrome de Reiter y en qué consiste
Golpes de brazo
Ubique los brazos a los lados, cierre los puños, y flexione los codos llevando los brazos hasta el pecho. Luego de forma paralela estire los brazos hacia el frente, regrese las manos hacia el pecho y repita el movimiento unas 3 veces. Otra variación de este ejercicio es elevar los brazos a la altura de la cabeza y bajar hasta el pecho.
Elevación de talones
Apóyese en el espaldar de una silla y eleve su cuerpo en puntillas. Para mayor intensidad puede elevar algunas de sus piernas y elevarse apoyándose en la otra. Puede empezar con 5 elevaciones hasta llegar a 7.
Extensiones de rodillas
Sentado sobre una silla con los pies juntos, eleve la pierna derecha frente a usted. Asegure que el muslo permanece apoyado sobre la silla y regrese a la posición inicial. Repita el movimiento con la pierna izquierda. Cuando tenga la pierna elevada puede hacer una pausa y contar hasta 3 antes de volver
Sea cual sea la rutina que escoja no deje de realizar calentamientos previamente. También no se debe olvidar que el ritmo lo marca el paciente. Una vez finalizada la rutina realice ejercicios de enfriamiento marchando suavemente hasta que la respiración vuelva a la normalidad.
Por último, se recomienda mantenerse hidratado, tomar descansos durante la terapia, además de tener a la mano algún inhalador, por si es necesario. Asimismo, si durante este tiempo siente dolor en el pecho, mareo, náuseas o sudor frío interrumpa el ejercicio inmediatamente, y contacte a su médico.