Desde tiempos pasados, los avances médicos en materia de drogas, han sido empleados por deportistas de todo el mundo con el objetivo de aumentar su rendimiento y alcanzar marcas que no podrían conseguir con el desempeño que debería generar su cuerpo por cuenta propia, ganando así, considerable ventaja en las competiciones.
Más allá de que todo esto implica que la competición no es justa ni limpia, sin ningún tipo de ética deportiva, el término dopaje siempre se ha relacionado con un lado oscuro, especialmente en el mundo del deporte, por lo que surge la pregunta: ¿Cómo afecta el dopaje en el cuerpo de un deportista?
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¿Qué es el dopaje?
De acuerdo con el Comité Olímpico Internacional, el dopaje es definido como el acto intencional o no intencional de administrar e ingerir sustancias con el objeto de obtener un rendimiento artificial que proporcione al usuario una ventaja durante una competencia. Además, el dopaje en sí mismo constituye una infracción de carácter muy grave a las normas deportivas.
El dopaje implica robar el derecho de una competición justa a los participantes de un evento deportivo, es una conducta considerada como inmoral, ya que proporciona triunfos o victorias con métodos externos y compromete los preceptos de una cultura deportiva limpia.
Por esta razón, el Comité Olímpico Internacional, en conjunto con otras entidades deportivas internacionales, prohíben el uso de sustancias dopantes, estableciendo listas de estas y optando por la realización de rigurosos métodos de evaluación y control antidopaje en competencias, así como sanciones para aquellos que infrinjan estás políticas.
Sustancias prohibidas en el deporte
En las listas de sustancias prohibidas en el deporte, se encuentran un total de nueve grupos dentro de los cuales es posible realizar una clasificación de las mismas. Estas son:
- Anabólicos esteroidales
- Hormonas péptidicas, factores de crecimiento, sustancias relacionadas y miméticos.
- Beta 2 agonistas (adrenérgicos)
- Moduladores hormonales y metabólicos
- Diuréticos y agentes enmascarantes.
- Estimulantes
- Narcóticos
- Cannabinoides
- Glucocorticoides
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¿Cómo afectan estas sustancias a los deportistas?
El dopaje no solamente constituye una cultura antideportiva, sino que además tiene efectos adversos en el cuerpo y la salud, los cuales pueden ser de naturaleza y gravedad desconocidas.
Generalmente las sustancias que se venden a deportistas para aumentar su rendimiento son elaboradas de forma ilegal, lo que implica grandes riesgos de consumo de impurezas o aditivos que pueden causar problemas de salud graves o incluso la muerte. Además de que el consumo de cualquier sustancia puede llegar a desencadenar adicción, tanto psicológica como fisiológica. Las consecuencias del consumo de estas sustancias en el cuerpo de un deportista pueden llegar a ser muy severas.
Los esteroides anabolizantes androgénicos (EAA), por ejemplo, usados con frecuencia por deportistas que pertenecen a disciplinas que exigen gran potencia, fuerza y velocidad muscular, tienen consecuencias muy duras en el cuerpo, las cuales van desde sufrir depresión, experimentar cambios de comportamiento, agresividad, irritabilidad, cambios psicológicos, síndromes afectivos psicóticos, anorexia, trastornos del sueño, anorexia, padecimiento de alucinaciones, confusión, ansiedad crónica, etc.
A nivel físico, los EAA producen alteraciones visuales, atrofia testicular, hipertensión, pérdida de cabello, entre otras.
En el caso de los agonistas beta 2, producen en el cuerpo sudores, náuseas, dolores de cabeza, palpitaciones, calambres musculares, mareos y trastornos de humor. Por otro lado, el dopaje sanguíneo, conlleva riesgos muy peligrosos para la salud, entre ellos se puede mencionar: Ictericia, sobrecarga circulatoria, septicemia, derrame cerebral, insuficiencia cardíaca, choque metabólico y reacciones alérgicas.
En este sentido, los cannabinoides producen la pérdida de la percepción del espacio y tiempo, disminuyen el sentido de alerta, equilibrio y la coordinación, aumento de la frecuencia cardíaca, humor inestable (cambios drásticos de euforia a depresión), somnolencia y alucinaciones, alteraciones en la memoria y en la capacidad de aprendizaje, debilidad del sistema inmunológico e incluso puede conducir al desarrollo de enfermedades respiratorias (Cáncer de pulmón, de garganta y bronquitis crónica).
Los diuréticos, en su lugar, producen en el cuerpo de un deportista mareos, desmayos, deshidratación, calambres musculares, bajadas de la tensión arterial, trastornos cardíacos y cambios mentales, humor variable.
El consumo de estimulantes, por su parte puede generar problemas cardiovasculares y psicológicos graves, además de sobre calentamiento corporal, deshidratación, insomnio y desórdenes de la vista.
Por otro lado, los narcóticos, se usan en general para suprimir la sensación de dolor conllevando a grandes riesgos y peligros ya que solo sirve para enmascararlo, proporcionando una falsa sensación de seguridad a empeorar el estado de lesiones graves, además de que produce fallos del sistema respiratorio, problemas de frecuencia cardíaca y dependencia física y psicológica.