Para mantenernos sanos es indispensable hacer un poco de ejercicio cada día, tratar el cuerpo como si fuera un templo sagrado para no sufrir enfermedades graves y un paso importante es entender la importancia de una rutina de entrenamiento pero también de saber tratar a tu organismo después de hacerla. Mientras más exigencia exista a nivel físico mejor puede llegar a ser tu resistencia, se trata de siempre darte un reto distinto, porque aun después de haber terminado la sesión sigues quemando calorías, esto se llama efecto afterburn, aunque no lo creas y esto es bastante positivo para tu desarrollo como persona.
Tabla de contenidos
¿Qué es?
El efecto afterburn es principalmente un aumento en las reacciones de tu organismo que provocan que continúes quemando calorías aunque ya no estés haciendo ejercicios directamente, incluso puede durar horas después del entrenamiento. Durante lo que llaman “Periodo de recuperación” tu cuerpo va pasando muy lentamente al estado de reposo y mientras eso sucede, todo en tu interior sigue pasando con rapidez, algo positivo si buscas bajar de peso o mejorar tu masa muscular, que son los objetivos más comunes y también entendiendo el cambio en tu sistema cardiovascular.
Al hablar sobre el efecto afterburn hay que entender que es una aceleración del metabolismo, la causa claramente es el entrenamiento que has realizado minutos antes y también destacando que al necesitar un mayor oxígeno, tu cuerpo va necesitando un cambio progresivo para poder descansar, no es inmediato así como quisieras. Todo esto digamos que se disuelve con el tiempo, lo que hace que puedas incluso dormir mientras tu cuerpo sigue activo, es un proceso del que no te darás cuenta porque dura entre 12 y 24 horas después de la rutina de ejercicio, por ende la idea es hacerla lo más fuerte que puedas.
También te puede interesar: 5 Ejercicios para evitar trombos en las piernas
¿Cómo sacarle provecho?
Cuando tu cuerpo está en el efecto afterburn puedes quemar entre 100 y 200 calorías sin tener un mayor movimiento, así que la idea es alcanzar este rango constantemente, para ello se recomienda hacer rutinas de ejercicio con intervalos de reposo para que tu organismo no vaya de 0 al límite tan rápido. Otro detalle importante es que no hagas ejercicios de alto impacto si no crees poder con tanto, para que tú oxígeno siempre esté en un margen normal y puedas recuperar tu frecuencia respiratoria en un menor tiempo, es parte de la recuperación.